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Celebramos la danza en todas sus formas, en todo el mundo. Te invitamos a leer una breve reflexión sobre este día escrita por Yamila Khodr

Es muy complejo escribir sobre la danza. Creo que es demasiado importante para mí. Todas las decisiones que me han cambiado la vida están relacionadas con la danza. Casualmente hace 20 años (¡!) dejé mi querida Argentina por la falta de posibilidades para convertirme en bailarina profesional.

Por un lado, tenemos el costado «romántico». Sabemos (y es bueno recordarlo) lo importante que es la danza como práctica en nuestra vida cotidiana. Cómo mejora las condiciones cognitivas, para la salud mental (supongo que eso se aplica sólo a los no profesionales -jaja), como una práctica espiritual, para conectar profundamente con los demás, tiktoks, y la lista continúa.
He encontrado en google miles de citas sobre la belleza de la danza, con bonitas imágenes y todo.

En el mundo en el que vivimos, siento que es un acto de valentía. Bailar es como ir a contracorriente y mantener viva la alegría. Es mi forma personal de rebelión contra lo extraño, la tristeza y la falsedad que nos rodea.
Al mismo tiempo lo considero un privilegio, sentir la libertad en mí a través del movimiento. Llamar «trabajo» a lo que siempre ha sido mi deseo, expresarme y crear a través de él. Es una gran parte de mi identidad.

Por el otro lado tenemos una forma de arte muy frágil, que no está siendo completamente ni entendida como tal. Que necesita marcos y apoyos adecuados para garantizar su existencia. A menudo, las personas que están en el poder y toman decisiones no comprenden del todo su importancia. No lo han experimentado.

 

Saludo a todos los creadores
de danza del
mundo que dedican sus
vidas a este arte único.

 

Bailando a través de las dificultades que este trabajo conlleva, con una enorme cantidad de cualidades de resiliencia.
Hoy en día se sigue trabajando en condiciones económicas muy desafiantes o sin condición alguna. La pandemia deterioró aún más la precariedad.
Tenemos que implicarnos más, tomar decisiones y cuidarnos mutuamente.
Hemos aprendido a expresarnos a través de nuestros cuerpos Y QUE BELLO ES ESO. PERO TAMBIÉN NECESITAMOS LEVANTAR LA VOZ Y CUESTIONAR, y la educación en danza debería fomentar también ese aspecto.

¿Cómo podemos contribuir a la comunidad de la danza? ¿A las nuevas generaciones de bailarines? ¿A crear mejores condiciones y entornos de trabajo más amables?
¿Cómo podemos nosotros, como bailarines y creadores de danza, contribuir a una mejor y más amplia apreciación sobre nuestro arte? ¿Y cómo podemos crear nuevos niveles de comprensión para nuestro público?

Incontables veces he tenido que responder a la pregunta ¿Cuál es el trabajo de un bailarín, qué significa realmente?

¿ES UN TRABAJO PROPIAMENTE DICHO?
Bueno, no se siente como un trabajo, porque nos conecta con nuestro ser interior y bailando fluimos. Y según nuestras cuentas bancarias tampoco parece un trabajo, parece como si estuviéramos desempleados. Así que quizás no sea un trabajo propiamente dicho.
Sarcasmo aparte…

Tenemos un largo camino que recorrer para seguir evolucionando y hacer un cambio sustancial para mejor. Para seguir bailando.

¡Hoy deseo UN BAILE PARA TODOS Y TODOS PARA EL BAILE!

Con mucho amor
Yamila

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